Leonard Cohen nos dejo. Algo se asfixia en mi interior, apenas se queja, solo calla conteniendo el llanto recordando su
profunda y penetrante voz.
Su legado musical me acompañara hasta el mismo
final, que ahora en paz sumerge su
alma. Nada escribiría, solo un latente y triste dolor mueve mi
pluma, empaña la realidad, los sonidos ambientales alrededor se disipan, solo dejan
hueco a la añoranza para rendirle homenaje. Se dice que desde el instante en que venimos al mundo
comenzamos a envejecer hasta morir. Hoy, la ausencia de este ser humano sin
vinculo consanguíneo en mi vida, me entristece y envejece hasta morir un poco
más con él. Seguiré sumergido en sus
palabras, su música, su voz que reconforta mi alma.