Su opaca mirada tras el oscuro vidrio, transformaba en legítimo espacio el final de la barra, compañera de tantos renglones rotos.
Sus dedos ahora convertidos en sus ojos acariciaban el lomo sin atreverse. Su íntima oscuridad, se sintió observada.
- No temas. Posaré mis dedos sobre los tuyos.
Un cálido y sensual aroma delató su proximidad como leve caricia.
- Cierra los ojos, déjate llevar, y persigue en tu mente los sonidos.
Mónica sintió un lascivo roce mecida bajo sus manos, mientras acariciaba la sensual textura de aquellos signos. Tras el vértigo, danzaron las palabras.
Aquella lágrima lo celebraba.
martes, 31 de enero de 2012
miércoles, 25 de enero de 2012
Crisálida
Palabras escritas en mi mente nutrida de sentimientos platónicos, envuelven el paisaje ajeno a lo cotidiano del que se alimenta el espíritu de mi existencia.
Acunado en plenitud de nostalgias inductoras de placeres intemporales quiero, deseo estar. Pero de nuevo estimulas los elementos quebrando mi equilibrio. Dejas al abandono mi lascivo estado de soledad; como brisa termal invades mi hermético espacio; como pócima hieres mis defensas con esa insinuante y morbosa lencería con la que tu presencia castiga.
Negra crisálida de seda tupida, que encarcela con enrejados hilos tus delicadas y calidas formas no exentas de peligros donde enredar mis pensamientos, hasta agonizar de deseo.
Negro ceñido a tus formas como envoltorio ansiado para perderse, en un infinito de fantasías que solo tu inspiras. No conforme con mostrar tu sensualidad más salvaje embriagada de victoria, decoras tus pisadas envueltas en calzado singular donde tus dedos se acurrucan esperando la ansiada liberación.
Que oculto poder encierra Eros, que estimula la existencia cotidiana en múltiples formas.
Tú eres mi inspiración, mi agonía. No necesito siquiera hablarte, mas tampoco lo quisiera si ello acontece desvelar mi quietud.
Acunado en plenitud de nostalgias inductoras de placeres intemporales quiero, deseo estar. Pero de nuevo estimulas los elementos quebrando mi equilibrio. Dejas al abandono mi lascivo estado de soledad; como brisa termal invades mi hermético espacio; como pócima hieres mis defensas con esa insinuante y morbosa lencería con la que tu presencia castiga.
Negra crisálida de seda tupida, que encarcela con enrejados hilos tus delicadas y calidas formas no exentas de peligros donde enredar mis pensamientos, hasta agonizar de deseo.
Negro ceñido a tus formas como envoltorio ansiado para perderse, en un infinito de fantasías que solo tu inspiras. No conforme con mostrar tu sensualidad más salvaje embriagada de victoria, decoras tus pisadas envueltas en calzado singular donde tus dedos se acurrucan esperando la ansiada liberación.
Que oculto poder encierra Eros, que estimula la existencia cotidiana en múltiples formas.
Tú eres mi inspiración, mi agonía. No necesito siquiera hablarte, mas tampoco lo quisiera si ello acontece desvelar mi quietud.
viernes, 20 de enero de 2012
Intramuros
Cada amanecer me mimetizo con sus sombras, celoso de sus ramas me abrazo a el, le susurro que sea mensajero de mi amor, únicamente ellas tiene el privilegio de acariciar la silueta de aquella que un día tuve entre mis brazos.
Te quiero -me dijo-, pero me marcho. Su amor me impide amarte como mereces. Siempre supe mi destino, desde siempre me reclamó, hoy le soy fiel.
-¿Podré verte alguna vez?
- No, y tampoco contestaré tus cartas, estarás siempre en mis oraciones.
Desde entonces lloro e imploro su olvido, pero cada mañana mis pensamientos guían mis pasos hasta su clausura. A veces creo oírla rezar, otras pronunciar mi nombre. Beso el tronco, imagino que su sabia me vincula a ella, las yemas de mis dedos acarician los sillares de granito. Me resisto, pero cede mi corazón entristecido. Estaré feliz por ella, hasta mañana, espérame deseado el amanecer.
http://alexiart.blogspot.com/2011/12/taste-of-her-cherry-chapstick.html
Te quiero -me dijo-, pero me marcho. Su amor me impide amarte como mereces. Siempre supe mi destino, desde siempre me reclamó, hoy le soy fiel.
-¿Podré verte alguna vez?
- No, y tampoco contestaré tus cartas, estarás siempre en mis oraciones.
Desde entonces lloro e imploro su olvido, pero cada mañana mis pensamientos guían mis pasos hasta su clausura. A veces creo oírla rezar, otras pronunciar mi nombre. Beso el tronco, imagino que su sabia me vincula a ella, las yemas de mis dedos acarician los sillares de granito. Me resisto, pero cede mi corazón entristecido. Estaré feliz por ella, hasta mañana, espérame deseado el amanecer.
http://alexiart.blogspot.com/2011/12/taste-of-her-cherry-chapstick.html
jueves, 19 de enero de 2012
El calor de las cerezas
Una explosión de luz encarnada emulsionó el rostro en la retina de su amado, no abrió sus ojos, tampoco lo deseaba. El suave trotar del corazón precedió al plácido orgasmo que inundo su espíritu, coaguló su sangre, humedeció su epidermis con el calor del color del fuego, y la fatiga alimento su último aliento de lucidez.
Siquiera su alma podía recordar el instante previo al inevitable desencuentro. Ya no esperaba más, el pasado es testigo, todo se desvanecía, se dejó llevar, y apenas en el limbo de los sueños le vino a despertar de nuevo aquel beso.
http://alexiart.blogspot.com/2011/12/taste-of-her-cherry-chapstick.html Siquiera su alma podía recordar el instante previo al inevitable desencuentro. Ya no esperaba más, el pasado es testigo, todo se desvanecía, se dejó llevar, y apenas en el limbo de los sueños le vino a despertar de nuevo aquel beso.
jueves, 12 de enero de 2012
Querido....
No, no digas nada, lo sé, eres muy amable.
También me atraes.
También me atraes.
No, no me importa. Me gusta que rodees con tus brazos, que me ciñas a tu cintura.
¿Puedo descansar la mejilla sobre tu pecho? Qué bien hueles.
No dudo de tu valor. ¿Cuántos hijos dices? Serás un buen padre, así lo siento.
Galante, seguro, educado, sabes escuchar. No me creerán, dicen que es utópico, que únicamente existes en blanco y negro.
Podría vivir solo con tu presencia.
¡Déjame!, ahora no tenemos tiempo, ¡suéltame tonto!, que salgo a escena.
En el entreacto si me esperas, ¿me verás tras el telón?
Ya estoy deseándolo.
¿Un beso?, bueno uno solo. ¿Significa una despedida?, ¿no me engañas?
Bueno, en todo caso mereció la pena.
Al menos déjame algo de tí para saber que fue cierto.
Al menos déjame algo de tí para saber que fue cierto.
Atrapada....
Escucha, ahora yo voy a abrazarte. ¿Qué porque?, calla, solo escucha. Tus brazos han presionado mi alma estrangulando mi inexistente sombra, he dejado de quererte. Tantos años juntos, siempre alejados. No me dejas opción, mis besos ya son para otro, ¿Quién?. Ni te molestes, antes tú lo hiciste y me lo contabas, te gustaba jactarte en cualquier ocasión, eres tan despreciable que incluso afloraba un rictus de reproche en tus amigos. Nunca te lo hicieron saber ¿verdad?, a mí me lo confiesan, cobardes, patéticos. Imposible que imagines el dolor de lágrimas calladas que huían gritando humedeciendo la almohada. ¿Qué porque no te dejé antes?, lo intente. Pero eso tú ya lo sabes, amputabas cualquier salida, ya habías supeditado mi existencia a tu ego, sin mí no eras nada por eso me odiabas, que digo, ojala me hubieras odiado, señal de que me querías, constantemente me reprocho apenarme de ti. Aún hoy intento comprender el enigma de porque Dios me castigó con la necesidad de amarte. Y ¿sabes?, me contestó. Me dijo despierta, no le debes nada, quiérete a ti misma para poder amar a otro.
martes, 10 de enero de 2012
En la vida y en la muerte....
Si alguna explicación etérea justifica la existencia como ser humano sin duda se basa en la capacidad de anidar en el pecho de Eros, embriagado por el dulzor de la entrega incondicional, desestimando aquello que no se ciña a reconocer en el otro el deseo de ser amado uno mismo.
Cuanto daría por permanecer en éxtasis de locura de amor, renunciando al sensual roce de los labios por desvelar tu alma con una mirada, tu aroma en el calor de tu presencia.
Cuanto daría por permanecer en éxtasis de locura de amor, renunciando al sensual roce de los labios por desvelar tu alma con una mirada, tu aroma en el calor de tu presencia.
Querida, si en alguna ocasión reconociste el amor cuando aturdió como etílico brebaje tu espíritu, donde ni el temor a la muerte desaconseja la huida ¡enhorabuena! Ya nada queda por descubrir, alcanzaste la justificación de tu existencia, ahora únicamente lucha por la longevidad de ese instante en tu memoria.
domingo, 8 de enero de 2012
Purgatorio
Pintura Alexiart http://alexiart.blogspot.co.uk/ |
Pasaron siete días sin sus plegarias, la suciedad encontró acomodo en su esquina, los libros enmohecían, todos se preguntaban, otros imaginamos lo peor. Pero el octavo, al alcanzar la esquina, su voz más contundente dirigía la plegaria al cielo. No fue necesario preguntar, paró su canto, enfatizo su sonrisa, y humedecidos sus ojos dijo. ¡He sido papá!
Creatividad lacerante
La soledad huele a humedad angustiosa, no solo transita sorteando la piel con saladas lágrimas, es una distorsión celular cuyos ecos reconoces, es inevitable, nunca grata cuando arrastra una larga experiencia de frustración que puede convertirte en enfermo delirante e inhumano, o sumirte en el abismo de la depresión absoluta olvidando tú yo. Ambos extremos se encuentran al límite de la sensibilidad y puede eclipsar tu fin último. Sin embargo es cuando emerge la inspiración creativa más infame menos vulnerable porque habla de tu sentimiento más absoluto, te reconoces. Como estertores del dolor eterno en soledad cuyo bálsamo no es otro que la entrega de la creatividad del ente humano, reencarnación esperada del amor visceral emergente desde lo más oscuro de la conciencia inacabada, en eterna duda, en sufrimiento. Estas pagando por haber sido elegida como muchos seres humanos para experimentar sentimientos lacerantes, a veces placenteros, tan deseados al hacerte comulgar contigo mismo, te engullen y adormecen en su interior, lugar de preguntas, de respuestas, donde te conoces y vives. La respuesta a tu vida, es ser la nuestra. No te aflijas, no está destinada al paladar de todas las mentes, únicamente aquellos destinados a sentirse te amarán. Llora Gaga.
miércoles, 4 de enero de 2012
…a Robert Walser donde la nada es todo
El crujir de la blanca nieve delataba la huella de las escasas fuerzas del anciano Walser.
Aquella mañana en apariencia inocente, un sonido de réquiem precedía al vacío.
Gélido y frágil su cuerpo dio con el rostro sobre el blanco, al tiempo que en lánguido suspiro exhalaba escarchado su último aliento.
Aún tibio el corazón expiraba, mientras sus pupilas inertes reflejan la densa desbandada. Cientos de negras alas vaciaban las copas de los árboles, mensajeras posiblemente de la desdicha. Seguramente en aquel último instante, Robert se reprochó haber sido el causante de alterar la quietud del hermoso paraje, de turbar a aquellos que fueron vigilantes de sus íntimos paseos en aquellos días –tal vez- en los que eligio la demencia para ocultarse tras el bosque y no ver mas allá de su compromiso como escritor.
Lástima, jamás llegaremos a leer los cientos de microgramas que a buen seguro navegaron en su memoria aquellos años de purgatorio, donde la penitencia fue mas dura que el mismo infierno, dejar de escribir.
Lástima, jamás llegaremos a leer los cientos de microgramas que a buen seguro navegaron en su memoria aquellos años de purgatorio, donde la penitencia fue mas dura que el mismo infierno, dejar de escribir.
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