Una explosión de luz encarnada emulsionó el rostro en la retina de su amado, no abrió sus ojos, tampoco lo deseaba. El suave trotar del corazón precedió al plácido orgasmo que inundo su espíritu, coaguló su sangre, humedeció su epidermis con el calor del color del fuego, y la fatiga alimento su último aliento de lucidez.
Siquiera su alma podía recordar el instante previo al inevitable desencuentro. Ya no esperaba más, el pasado es testigo, todo se desvanecía, se dejó llevar, y apenas en el limbo de los sueños le vino a despertar de nuevo aquel beso.
http://alexiart.blogspot.com/2011/12/taste-of-her-cherry-chapstick.html Siquiera su alma podía recordar el instante previo al inevitable desencuentro. Ya no esperaba más, el pasado es testigo, todo se desvanecía, se dejó llevar, y apenas en el limbo de los sueños le vino a despertar de nuevo aquel beso.
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