jueves, 12 de enero de 2012

Querido....


No, no digas nada, lo sé, eres muy amable.
También me atraes.
No, no me importa. Me gusta que rodees con tus brazos, que me ciñas a tu cintura.
¿Puedo descansar la mejilla sobre tu pecho? Qué bien hueles.
No dudo de tu valor. ¿Cuántos hijos dices? Serás un buen padre, así lo siento.
Galante, seguro, educado, sabes escuchar. No me creerán, dicen que es utópico, que únicamente existes en blanco y negro.
Podría vivir solo con tu presencia.
¡Déjame!, ahora no tenemos tiempo, ¡suéltame tonto!, que salgo a escena.
En el entreacto si me esperas, ¿me verás tras el telón?
Ya estoy deseándolo.
¿Un beso?, bueno uno solo. ¿Significa una despedida?, ¿no me engañas?
Bueno, en todo caso mereció la pena.
Al menos déjame algo de tí para saber que fue cierto.

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